MENSAJES DE LA SMA VIRGEN MARIA SOBRE LA TELEVISIÓN
LA TELEVISIÓN |
Mensajes de la Virgen sobre la televisión
Reina de la Paz (Medjugorje)
8 de diciembre de 1981
“Si no tenéis fuerzas para ayunar a pan y agua, podéis
renunciar a muchas cosas. Sería bueno que renunciarais a la televisión
porque después de ver algunos programas, estáis distraídos y no podéis orar.”
13 de febrero de 1986
"Queridos hijos, esta Cuaresma
es un incentivo especial para que cambiéis. Comenzad desde este momento.
Apagad la televisión y renunciad a las otras cosas que son inútiles.
Queridos hijos, Yo os llamo, individualmente, a convertirse. Este tiempo es para
vosotros. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!"
Mensajes de la Santísima Virgen
María al Padre Gobbi
19 de marzo de 1984
“No participéis nunca en espectáculos profanos, y cerrad
los ojos a las fáciles seducciones del mundo. Sabed sustraeros a la sutil
táctica de perversión moral, hoy difundida, de manera tan peligrosa y solapada,
por la prensa y la televisión.
No malgastéis el tiempo delante del televisor,
robando así preciosos momentos a la oración y a la escucha de mi palabra.”
13 de mayo de 1984
“El ayuno que Yo prefiero es el de abstenerse del mal y del
pecado; el de la renuncia al tabaco y al alcohol, al cine y a la
televisión. No miréis espectáculos televisivos que os corrompen en vuestra
interior castidad e introducen en el alma tanta disipación, sembrando en el
corazón gérmenes del mal.”
16 de marzo de 1985
“Huid también de las fáciles ocasiones de pecado. Por esto
os pido que cerréis los ojos y oídos a la televisión y al cine para
preservar vuestra alma en la luz de la pureza y de la gracia.”
4 de marzo de 1987
“Renunciad a ver la televisión para conservar en el alma la
Luz y para que podáis dedicar, en vuestra vida, más tiempo al recogimiento, la
meditación y a la oración.”
17 de febrero de 1988
“No perdáis el tiempo ante la televisión, que es el
instrumento más poderoso en manos de mi Adversario para difundir por todas
partes las tinieblas del pecado y de la impureza.
La televisión es el ídolo del que se habla en el
Apocalipsis, construido para ser adorado por todas las naciones de la
tierra, y a la que el Maligno da forma y movimiento, para que se convierta en
sus manos, en un terrible medio de seducción y de perversión.”
13 de octubre de 1989
Nunca como hoy, la inmoralidad, la impureza, y la
obscenidad son continuamente propagadas a través de la prensa y de todos los
medios de comunicación social.
Sobre todo la televisión se ha convertido en el perverso
instrumento de un diario bombardeo de imágenes obscenas, dirigidas a corromper
la pureza de la mente y del corazón de todos.
1 de mayo de 1993
El silencio debe llegar a ser para vosotros el signo de mi
presencia materna.
Sea el vuestro un silencio exterior, que os protege del
ruido ensordecedor de voces y de imágenes, que llenan continuamente el
transcurrir de vuestra jornada.
Sustraeros a las fáciles seducciones de la prensa y de
la televisión, este medio terrible usado por mi adversario, para alejaros de Mí
y de mi Hijo Jesús.
Mensaje de Jesús al
Padre Octavio Michelini:
2 de diciembre de 1975
EL PROGRESO MODERNO ES
PAGANISMO
Hijo mío, escribe:
El progreso moderno es
arma mortífera con la que Satanás aleja almas y almas de las fuentes de agua
viva, para llevarlas a un desierto y luego abandonarlas para que mueran de sed.
Quien debía poner en
guardia a las almas de los bautizados de este grave peligro, se ha dejado
deslumbrar también.
Sin oponer resistencia ni
advertir a la grey del gravísimo peligro hacia el que iban al encuentro, ha
seguido al Enemigo, que así ha podido alejar de la luz de la fe grey y pastores.
Demostrarte cuán cierto es
esto, me parece superfluo; ¿quién no ve hoy profanada y desencuadernada la
familia?
¿Quién no ve hoy la
escuela, de santuario transformada en una fosa infernal, donde con el pretexto
del progreso y de la evolución de los tiempos, los niños son iniciados
oficialmente en el pecado?
¿Quién no ve
cómo el cine y la televisión se han convertido en cátedras con millones y
millones de alumnos que absorben ávidamente lecciones de violencia, crimen,
adulterio?
Son cátedras
en las que el veneno del ateísmo es inculcado a todas horas del día y de la
noche con noticieros embusteros, con películas exaltando el divorcio y el
aborto; con canciones insinuando el amor libre, la sensualidad. La inmodestia es
exaltada y glorificada a través del nudismo, la inmoralidad de las costumbres.
La difusión de errores de todo género es cotidianamente acogida como una
conquista de libertad.
En nombre de la
libertad
En nombre de la libertad
se mata, en nombre de la libertad se corrompe, en nombre de la libertad se
llevan a cabo las más perversas empresas.
No te hablo de lo que
sucede en villas, en casas particulares, en lugares públicos; toda aberración,
toda perversión e iniquidad es consumada. Aquí Satanás desfoga todo su odio
contra la naturaleza humana, degradándola, destruyendo en ella todo pudor y
sentido de dignidad, pisoteándola, humillándola en todas las formas consentidas
por su astucia degradada.
¿Qué decir de la prensa,
otra jactancia del progreso?
También ella es un medio
de comunicación domesticado al servicio del mal.
La prensa buena tiene una
acogida muy fría y mucho menos amplia que la prensa mala. Mira los diarios:
están pasando en buena parte al servicio del ateísmo. Este seudo-progreso,
(progreso material pero impresionante retroceso moral y espiritual) ha sido
aceptado sin reacción, sin embargo es evidente en él la presencia soberbia del
Maligno, que ha hecho de ello un arma para matar a Dios en las almas.
No sólo no se ha
reaccionado, sino que no pocos lo han exaltado y muchos hombres que debían,
unidos, poner un dique a esta invasión satánica la han seguido.
He aquí entonces que mis
ejemplos y mis enseñanzas están en perfecto contraste con los principios y
costumbres de esta civilización del pecado.
De aquí el celo
desenfrenado, por conciliar lo irreconciliable, de muchos ministros y pastores
míos que, quieren cambiar y reformar todo. He aquí la lluvia de innovaciones
que, según ellos, deberían hacer posible servir a dos amos a la vez. Quisieran
fundir juntos luz y tinieblas, volver lícito lo ilícito, aumentando los
escándalos, heridas y divisiones en mi Iglesia.
Estos innovadores han
olvidado lo verdaderamente importante: renovarse a sí mismos. Ellos, una vez
renovados habrían podido proceder, con sabiduría, a una sensata actualización, a
una útil reforma.
Para salvar a las almas
Los que hoy se aferran a mi misericordia,
tendrían razón, si no olvidaran cosas de capital importancia:
— Vale el alma más que el
cuerpo, ¿sí o no?.
— Si es sí, ¿sería
misericordia, dejar que se perdieran las almas, por salvar los cuerpos?
Yo no soy el Dios de la
venganza, sino que soy el Amor infinito y eterno, es decir desde la eternidad Yo
os amo infinitamente a vosotros.
Yo no quiero la ruina de
los hombres sino que, porque soy Amor, quiero su salvación, la salvación eterna.
Vosotros me habéis abandonado, me habéis pospuesto a vuestra civilización pagana
que habéis aceptado y con la que habéis pactado, rebajándoos a los más indignos
compromisos.
Ahora comenzáis a
vislumbrar confusamente el abismo que hay bajo vuestros pies y apeláis a mi
misericordia. Será precisamente mi misericordia la que impedirá a la almas
continuar perdiéndose, sometiendo la cercana hora de la justicia a la
misericordia, por lo que mi Iglesia, nacida a vida nueva llevará a cabo los
fines para los que Yo la he querido.
Estás cansado y no te
sientes bien hijo mío; por esta noche basta. Te bendigo. Ámame.
Mensaje de la Virgen al Padre Gobbi, del
Movimiento Sacerdotal Mariano:
Milán, 3 de junio de 1989
Primer sábado y fiesta del
Corazón Inmaculado de María
La
bestia semejante a una pantera
“Hijos predilectos, hoy os reunís en Cenáculos de
oración para celebrar la fiesta del Corazón Inmaculado de vuestra Madre Celeste.
De todas partes del mundo os he llamado a
consagraros a mi Corazón Inmaculado, y habéis respondido con filial amor y con
generosidad.
Ya he formado mi ejército con aquellos hijos que
han acogido mi invitación y han escuchado mi voz.
Ha llegado el tiempo en el cual mi Corazón
Inmaculado debe ser glorificado por la Iglesia y por toda la humanidad.
Porque en estos tiempos de la apostasía, de la
purificación y de la gran tribulación, mi Corazón Inmaculado es el único refugio
y el camino que os conduce al Dios de la salvación y de la paz.
Sobre todo, mi Corazón Inmaculado se vuelve hoy el
signo de mi segura victoria en la gran lucha que se combate entre los seguidores
del enorme Dragón Rojo y los seguidores de la Mujer vestida del Sol.
En esta terrible lucha sube del mar, en ayuda del
Dragón, una bestia semejante a una pantera.
Si el Dragón Rojo es el ateísmo marxista, la bestia
negra es la Masonería.
El Dragón se manifiesta en el vigor de su potencia;
la bestia negra, en cambio, obra en la sombra, se esconde, se oculta, para
introducirse por este medio en todas partes.
Tiene las garras de oso y la boca de un león,
porque obra por doquier con la astucia y con los medios de comunicación social,
es decir, con la propaganda.
Las siete cabezas indican las varias logias
masónicas que obran en todas partes de una manera solapada y peligrosa.
Esta bestia negra tiene diez cuernos y sobre los
cuernos diez diademas, que son signos de dominio y de realeza.
La masonería domina y gobierna en todo el mundo por
medio de los diez cuernos.
El cuerno, en el mundo bíblico, siempre ha sido un
instrumento de amplificación, un modo de hacer escuchar más fuertemente la
propia voz, un importante medio de comunicación.
Por eso Dios ha comunicado a su pueblo su Voluntad
por medio de diez cuernos que han hecho conocer su Ley: los diez mandamientos.
Quien los acoge y los observa anda en la vida por
el camino de la Divina Voluntad, de la alegría y de la paz.
Quien hace la Voluntad del Padre, acoge la Palabra
de su Hijo y participa en la Redención llevada a cabo por Él. Jesús da a las
almas la misma vida divina, a través de la Gracia, que Él ha merecido con sui
Sacrificio realizado en el Calvario.
La Gracia de la Redención es comunicada por medio
de los Siete Sacramentos. Con la gracia se insertan en el alma gérmenes de vida
sobrenatural que son las virtudes. Entre ellas las más importantes son las tres
virtudes teologales y las cuatro cardinales: fe, esperanza y caridad; prudencia,
justicia, fortaleza y templanza.
Al Sol divino de los siete Dones del Espíritu
Santo, estas virtudes germinan, crecen, se desarrollan cada vez más y así
conducen a las almas por el camino luminoso del amor y de la santidad.
Objetivo de la bestia negra, es decir, de la
masonería, es el de combatir de una manera disimulada, pero tenaz, para impedir
a las almas recorrer este camino, indicado por el Padre y por el Hijo e
iluminado por los dones del Espíritu.
En efecto, si el Dragón Rojo obra para llevar a
toda la humanidad a prescindir de Dios, a la negación de Dios y para ello
difunde el error del ateísmo, el objetivo de la masonería no es el de negar a
Dios, sino el de blasfemarlo.
La bestia abre la boca para proferir blasfemias
contra Dios, para blasfemar su Nombre y su morada, contra todos aquellos que
habitan en el Cielo.
La mayor de las blasfemias es la de negar el culto
debido sólo a Dios para darlo a las criaturas y al mismo Satanás.
He aquí por qué en estos tiempos, tras la perversa
acción de la masonería se difunden por doquier las misas negras y el culto
satánico.
Además, la masonería obra, con todos los medios,
para impedir que las almas se salven y de este modo quiere volver inútil la Obra
de Redención llevada a cabo por Cristo.
Si el Señor ha comunicado su Ley con los diez
mandamientos, la masonería difunde por todas partes, con la potencia de sus diez
cuernos, una ley que es completamente opuesta a la de Dios.
Al mandamiento del Señor: –“No tendrás otro Dios más que a Mí”– aquélla construye otros falsos ídolos, frente a los cuales hoy muchos se postran en oración.
Al mandamiento: –“No tomarás el nombre de Dios en vano”– aquélla se opone con las blasfemias contra Dios y su Cristo, de muchas maneras engañosas y diabólicas, hasta reducir a una marca comercial indecorosa su Nombre y hacer películas sacrílegas sobre su vida y su divina Persona.
Al mandamiento: –“Santificarás las fiestas”– aquélla transforma el domingo en “week-end”, en el día del deporte, de las competiciones, de los juegos, de las diversiones.
Al mandamiento: –“Honrarás a tu padre y a tu madre”– aquélla contrapone un modelo nuevo de familia sobre la convivencia incluso de homosexuales.
Al mandamiento: –“No matarás”– aquélla ha logrado hacer legitimar en todas partes, el aborto, hacer aceptar la eutanasia, hacer casi desaparecer el respeto debido al valor de la vida humana.
Al mandamiento: –“No cometerás actos impuros”– aquélla justifica, exalta y hace propaganda de toda forma de impureza, hasta llegar a la justificación de los actos contra natura.
Al mandamiento: –“No robarás”– ella obra para que se difundan cada vez más los hurtos, la violencia, los secuestros, las rapiñas.
Al mandamiento: –“No darás falso testimonio ni mentirás”– aquélla obra para que se propague cada vez más la ley del engaño, de la mentira, de la doblez.
Al mandamiento: –“No desearás los bienes ajenos y a la mujer de tu prójimo”– Actúa para corromper lo más profundo de la conciencia, engañando la mente y el corazón del hombre.
De esta manera, las almas son impulsadas por el
camino perverso y malo de la desobediencia a la Ley del Señor, son sumergidas en
el pecado y así se les impide recibir el Don de la Gracia y de la Vida de Dios.
–A las siete virtudes teologales y
cardinales, que son el fruto de vivir en Gracia de Dios, la masonería opone la
difusión de los siete vicios capitales, que son el fruto de vivir
habitualmente en estado de pecado.
A la fe, aquélla opone la soberbia; a la esperanza,
la lujuria; a la caridad, la avaricia; a la prudencia, la ira; a la fortaleza,
la pereza; a la justicia, la envidia; a la templanza, la gula.
Aquél que llega a ser víctima de los siete vicios
capitales es conducido gradualmente a abandonar el culto debido al único Dios,
para darlo a falsas divinidades, que son la personificación misma de todos estos
vicios. En esto consiste la blasfemia más grande y horrible.
He aquí por qué sobre cada cabeza de la bestia hay
escrito un título blasfemo. Cada logia masónica tiene la tarea de hacer adorar
una divinidad distinta.
La primera cabeza lleva el título blasfemo de la
soberbia, que se opone a la virtud de la fe y conduce a dar culto al dios de la
razón humana y del orgullo, de la técnica y del progreso.
La segunda cabeza lleva el título blasfemo de la
lujuria, que se opone a la virtud de la esperanza, y lleva a dar culto al dios
de la sensualidad y de la impureza.
La tercera cabeza lleva el título blasfemo de la
avaricia, que se opone a la virtud de la caridad, y difunde por doquier el culto
al dios del dinero.
La cuarta cabeza lleva el título blasfemo de la
ira, que se opone a la virtud de la prudencia, y conduce a dar culto al dios de
la discordia y de la división.
La quinta cabeza lleva el título blasfemo de la
acidia (o pereza espiritual), que se opone a la virtud de la fortaleza, y
difunde el culto al ídolo del miedo de la opinión pública y de la explotación
del prójimo.
La sexta cabeza lleva el título blasfemo de la
envidia, que se opone a la virtud de la justicia, y lleva a dar culto al ídolo
de la violencia y de la guerra.
La séptima cabeza lleva el título blasfemo de la
gula, que se opone a la virtud de la templanza, y conduce a dar culto al ídolo
tan exaltado del hedonismo, del materialismo, del placer.
El objetivo de las logias masónicas, hoy, es el de
actuar con gran astucia, para llevar a la humanidad en todas partes a despreciar
la santa Ley de Dios, a obrar en abierta oposición a los diez Mandamientos, a
sustraer el culto debido al único Dios para darlo a los falsos ídolos, que son
exaltados y adorados por un número creciente de hombres: la razón, la carne, el
dinero, la discordia, el dominio, la violencia, el placer. De esta manera las
almas son precipitadas en la tenebrosa esclavitud del mal, del vicio y del
pecado, y, en el momento de la muerte y del juicio de Dios, en el estanque de
fuego eterno que es el infierno.
Ahora comprenderéis por qué, en estos tiempos, mi
Corazón Inmaculado se convierte en vuestro refugio y en el camino seguro que os
lleva a Dios, frente al terrible e insidioso ataque de la bestia negra, es
decir, de la masonería. En mi Corazón Inmaculado se delinea la táctica usada por
vuestra Madre Celeste para contraatacar y vencer la astuta trama usada por la
bestia negra.
Es por esto que formo a todos mis hijos en la
observancia de los diez Mandamientos de Dios: a vivir al pie de la letra el
Evangelio; a recibir con frecuencia los Sacramentos, especialmente la Penitencia
y la Comunión Eucarística, como auxilios necesarios para vivir en Gracia de
Dios; para ejercitar de una manera fuerte las virtudes y para andar siempre por
el camino del bien, del amor, de la pureza y de la santidad.
De ese modo, me sirvo de vosotros, pequeños hijos
que os habéis consagrado a Mí, para desenmascarar todas estas insidias
disimuladas que la bestia negra os tiende y, en fin, anular el gran ataque que
la masonería hoy, ha desencadenado contra Cristo y su Iglesia. Y al final, sobre
todo, con su mayor derrota, aparecerá en todo su esplendor el triunfo de mi
Corazón Inmaculado en el mundo.”
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