CASTIDAD EN EL MATRIMONIO

SOLO CON DIOS PODRÁS VOLVER AL PARAISO TERRENAL



Gracias Marga, por permitir al Cielo que pueda utilizarte como instrumento y, poder así, conocer los bellísimos arcanos que esconden nuestras almas. Copiado del Libro Azul:

“El Triunfo de la Inmaculada”
Dictados de Jesús a Marga

JESÚS (21-05-2011):

...... Yo creé el alma femenina para ser una ayuda, para ser una unción. Yo la creé para mi recreo. Para mi Infinito Amor. Yo la creé para Dios.

La creé para que llevara al hombre al bien. No al mal. Para que pudiera elevarle. No rebajarle. Para que le diera su amor. No su odio. No su venganza por el mal recibido. La creé para su alegría y
la Mía. Para su unión eterna. La suya50 y la Mía.


¿Cómo habéis pervertido esto? ¿Que no sabéis que por medio de vosotras, el hombre alcanza la paz?

Veos depositarias de todos los hombres de la tierra. A vosotras se os están confiados. Veros depositarias de su santidad.

Entregádmelos. Volvedlos a Mí. «El eterno femenino es el que impulsa hacia lo alto». Por eso el alma del hombre se encuentra tan perdida. Porque no hay verdaderas mujeres en su camino. Mujeres que impulsan al mal. Mujeres que llevan a la destrucción de su alma y la de los que les rodean.

La Mujer por excelencia: María.


Miraos en su Corazón de Madre. Yo quiero hacer un llamamiento a todas las mujeres de la tierra. Un llamamiento a que recuperen su vocación: de esposa, de madre. Sin la esposa, la madre, no hay un hombre, un padre.

La madre tiene el poder de volver el corazón del hombre hacia ella. No así el hombre. Por medio del hombre, no se volverá el corazón de la esposa hacia él. No tiene el poder. No lo ha recibido de Mí. Comprended. Aprended a ser esposas, ser madres. ¡Todas! Todas las mujeres sois esposas, sois madres. Aun las que no tenéis hijos: sois madres. Podéis ser las madres de Dios. Y seréis madres de muchedumbres, si lleváis la maternidad en vuestro corazón.

Vuestro cuerpo, llamado a ser el descanso de vuestro marido, a la vez que vuestra alma, es el que le causa el hastío. Vuestro marido no sabe miraros con ojos limpios, con ojos de niño. Os habéis dejado pervertir. Habéis claudicado frente a la Serpiente. No fue él el que os tentó, fue la Serpiente. El no os tentó, no tenía ese poder para hacerlo.

Vuestra alma se encontraba al nivel de los ángeles. Vuestra alma, en su creación, fue elevada a más nivel que la suya. Más similar al del ángel. Con más poder para comprender lo alto. Con más unión con Su Creador.

¿No notáis vosotras que vuestra alma está en superioridad a la del hombre a la hora de comprender las realidades sobrenaturales y estar más cerca de Dios? 

No es mérito vuestro. Es, simplemente: naturaleza.

La mujer había de ser así, porque ella albergaría la vida y ella sería custodiadora de la vida, de las nuevas generaciones. A ella le estarían confiadas todas las generaciones de la tierra.

¡Oh, sublime misión! ¡Grandiosa! ¿Qué habéis hecho de ella? ¡Cómo arrastráis a los hombres al mal! ¡Y cómo asesináis, destrozáis la vida de vuestros hijos! ¡Es antinatural! que una mujer abandone su campo de la familia52. ¡Os habéis pervertido! ¡Habéis pervertido la humanidad! ¿Por qué hacéis caso a la Serpiente? Una y otra vez, no es que seáis Eva, sino peores que ella en su pecado. Y encima no queréis arrepentiros.

El pecado de Eva, fue menor. ¡Ella no asesinó a sus hijos! Pese a comprender que lo que anidaba en ella53 era perverso. ¡Cómo el espíritu del hombre clama a gritos por recuperar la imagen de la mujer! ¡Cómo añora y echa de menos a ella! Ha desaparecido su compañera. Ha desaparecido la que le recordaba a Dios.


Vosotras, madres del futuro: Educad a vuestras hijas para que puedan ser las portadoras de la vida, de la generación futura. La que vivirá en la Nueva Creación. Vosotras, madres del futuro: desterrad, no oíd, pisotead la voz de la Serpiente. Aplastad su yugo. El que quiere imponer en vosotras para imponerlo al Resto.

María, Educadora. Vosotras, madres del futuro: mirad a María. Que Ella os enseñe. Amén.
50 Del hombre. 51 Cfr. Mt 12.48-50; Mc 3,31-35; Lc 8,21. 52 Hijos-marido. 53 Caín.

JESÚS (25-05-2011):

Quisiera, amada, que fueras portadora de mi alegría. Es ahora, en estos tiempos, cuando seréis privados incluso de lo necesario, que se necesitará más que nunca la alegría. 

¡Pobre humanidad! ¿La ves? 

Vagan desesperados. Anhelan la Fuente, anhelan el Bien. Tienen sed del Bien. Tienen sed de Mí. Sed de Amor, que nunca será saciada en otros amores de la tierra.

Yo, para el hombre y la mujer, era el Esposo. El Esposo llamado a unirme en nupcias eternas con ellas . Cómo, al desdeñarme, se busca su insatisfacción eterna. ¡Oh! ¡Estáis llamados a lo grande! Y no quiero que os conforméis con menos. 

No es mi deseo que prolonguéis una agonía de apariencia de matrimonio, sin tener la valentía de enfrentaros con la mentira. ¡Buscad la Verdad! en todos los momentos de vuestra vida.

Hombre y mujer, llamados a una íntima unión entre ellos, llamados a una profunda unión con su Creador. A semejanza del Amor de Dios por ellos, es el amor entre los hombres en el matrimonio. No... no busquéis, equivocados, otras fuentes de placer. El placeros lo dará la verdad. Una unión homosexual sólo conduce a la derrota y al hastío. No manifiesta nada de la verdad sobre el hombre y le incapacita para encontrarse conmigo.

Cuando Adán vio a Eva, exclamó: «Esta sí que es carne de mi carne y hueso de mis huesos! »55 Ella le recordaba la imagen divina. En ella podía ver a Dios. Era un reflejo de Dios. Fue su compañera y su sustento. Su alegría. Adán, llamado para amarla, para hacerla feliz. Y la dicha de Adán consistió en hacer feliz a Eva. Forma parte de la esencia masculina, los cuidados a su esposa, las atenciones para hacerla feliz. Es haciéndola feliz y viéndola sonreír, cómo Adán es dichoso.
Por eso, la belleza de la mujer, su hermosura y su felicidad, es lo que más gusta al hombre. Y que el causante de esa felicidad sea él. Con sus almas.




JESÚS (25-05-2011):



Hablemos de la Creación, que es lo que estamos tratando últimamente. De la Esponsalidad humana y divina. Te muestro cómo es el amor de un ser humano masculino, por una mujer.




Querida: quiero que os améis, debéis amaros todos. No temas dar muestras de tu amor. Yo quiero que aprendáis a amaros con un amor limpio, libre de concupiscencias. Como es mi Amor por mi Madre.

Yo amo todas sus virtudes femeninas. Estoy enamorado de ellas, como un Dios. 

¿Cómo no? ¿Cómo no estarlo? 

Me fascinan sus Dones y son mi Delicia, mi Consuelo. ¡Porque aman tanto a Dios!, ¡aman tanto a las criaturas!

Reconoce que en cada persona humana está el germen de la Vida de Dios. Y que cada persona humana es algo bueno.

Trataos entre vosotros sin concupiscencias, con naturalidad. Tened trato masculino y femenino, pero sin caer en la coquetería o devaneos.

Es mi Voluntad que el mundo fuera poblado por hombres y mujeres. Y es mi Voluntad que sepáis trataros.






«La Mujer vestida de Sol». Esa es mi Madre. Esa fue Eva también. Todos los dones de Eva, la alumbraban con el Sol. De ella salía la Luz. Eso fue lo que vio Adán cuando la vio por primera vez. Esa preciosidad de cuerpo y alma, unidos en unidad armónica y hechos para dar amor a él56. La mujer, apareció ante Adán «vestida de sol».

(¿Quién ha dicho que Adán y Eva eran parecidos a los primates? Son de una belleza magnífica. Veo a Eva guapísima. Es una mujer imponente, rubia, preciosa, sonríe. Está con Adán, guapísimo también.



Sonríen ambos en su unión esponsal según Dios, que les llena de felicidad. Se hacen felices el uno al otro. Ella está en primer plano. Les cubre las plantas del jardín del Edén, no veo todo su cuerpo, sólo el busto. Eva no tiene nada de concupiscencia de la sexualidad. Es una persona luminosa. Esto lo he visto en otras ocasiones también. Ahora veo cómo fue la presentación de Eva a Adán. Y el impacto producido en él. Eva sonríe en todo momento y es feliz. Adán agradece a Dios tal regalo).

Cuando pecó, se nubló de pecado. Nublada de fealdad y oscuridad. Por eso, la mujer, busca siempre adornarse. Son los adornos que debía tener, pero que le fueron arrebatados por el pecado. Debía plantearse bella hacia su marido. Para cumplir su misión. Nublada de oscuridad. Su cuerpo le recordaba al hombre su pecado. Por eso la delicadeza de la mujer al cubrirlo. Y al cubrirlo la mujer, el hombre le secundó en hacerlo.

Si hay mujeres delicadas, hay mujeres dignas en el pudor. Es una delicadeza hacia su marido o hacia el hombre. En tanto en cuanto la mujer se ve admirada, confía en el hombre y su corazón se va tras él, para poder entregarse a él. Por eso, muchas mujeres confunden la admiración que causan en el hombre o que están llamadas a causar, con la atracción femenina sexual. Se puede confundir.



El hombre también confunde el deseo sexual hacia la mujer, con su atracción hacia ella. No es ése atractivo el que tiene que figurar en primer plano, o toda su estructura quedará confundida.

Acto seguido tienen un rechazo a sentirse atraídos así y a provocar su atracción, y su propia persona entra para sí mismos en infravaloración y a veces hasta desprecio.

No son los órganos sexuales los que deben quedar como centro de la atracción. Aquello que debería quedar cubierto porque recuerda la caída, recuerda cómo se rebajó la persona a nivel de lo animal y material.

Lo que debe quedar al descubierto, porque es fuente de atracción, es la bondad del alma. Eso es lo que hace a la persona refulgente. Aunque sea una persona que la estética actual daría como «fea».

Hermosa puede quedar ante el otro si cuida su alma para el bien y la saca del pecado, para introducirla y vivir en el Amor. ¡El hombre perdió tanto con la caída de Eva! El hombre busca siempre, en todas las mujeres, a esa «Eva» que no está. Por eso es más frecuente la infidelidad masculina. Añora a Eva. Perdió mucho. Pero aun si tuviera todas las mujeres de la tierra, no la podría encontrar. Tan grande era vuestra madre, la madre de la humanidad.

El hombre ha de saber que su sed de Bondad no quedará nunca saciada en una criatura, sino en Dios. Es el amor del hombre por Mí, lo que le hará ser pleno, y así no confundirse intentando encontrar en la tierra su plenitud por medio de una mujer. La mujer conduce a Dios, pero no es Dios.

Mira la tendencia de la mujer a ponerse como centro. Y mira la necesidad de atraer a los hombres y a dejarlos en sí. Este fue el pecado de Eva. Dejó a los hombres en sí, sin remitirlos a Dios. Quiso ser dios para ellos. Y el hombre la odió por eso. Posteriormente ambos se arrepintieron, pero ese germen del pecado, queda en todos.

Digamos que el Poder de la mujer de conducir al hombre, Eva lo empleó en destruirlo. Destruyó todo lo bueno. Y ambos lloraron. No conocían lo que era el lloro. Ni las lágrimas, ni el dolor. Lo experimentaron para purgar sus culpas.

Pero Adán fue fiel a Eva. Sí. Pero siempre añoró a la Eva inicial. En las generaciones posteriores, se olvidó la primera pareja, y vinieron las infidelidades.

Es por eso que los apóstoles, cuando Jesús les habló de la fidelidad a una sola mujer en el matrimonio, dijeron: «entonces no trae cuenta casarse»58.

¿Y el celibato?

 En un hombre virgen y célibe, si su alma permanece en unión íntima con Dios, olvida las concupiscencias de la carne y le es más sencillo la fidelidad.

Es en un hombre casado, al estar despierto su instinto sexual, cómo no es saciado con nada y lo busca en otras mujeres. Todas las mujeres que le resultan hermosas, las haría suyas.

¡Jesús! pero hay hombres fieles. Sí los hay. Los que permanecen muy unidos a Mí. Si el hombre olvida a Dios, rápidamente será infiel. Lo que los hombres no saben es que les es más sencillo ser célibes que ser fieles a una sola mujer. Pero hay una forma de ser casto en el matrimonio.

Sí: buscad la castidad.

No todo en una mujer le está permitido al hombre por el mero hecho de ser su mujer. Si queréis comportaros así, asistiréis pronto a la ruina de vuestro matrimonio. El amor que no rebaja al otro a pura animalidad. El amor que piensa en el otro. Las imágenes pornográficas ensucian la mente del que mira y le incapacitan para mirar a la mujer con ojos limpios. Y menos su mujer. En ella estará viendo siempre a todas las posibles esposas con las que se ha acostado en su mente.

Mujeres: deberíais negaros a un juego tal. Si es que queréis

conservar vuestra dignidad. Si os parece que nada valéis, poneos a la altura del suelo. Pero será porque vosotras lo queráis, no porque Yo lo he querido ni porque Yo os haya reducido a eso. Conoced vuestra naturaleza. Conoced la del hombre. La del hombre siempre tenderá a encontrar a la Eva que vio en un principio. Y si vosotras no le recordáis a Eva, la buscará en otro lado.

¿Cómo recordarle a Eva?

Por vuestra parte, siempre poned en un primer plano que sois espíritu antes que carne. En todo. Y que su labor es haceros felices y dichosas. Amaos. No dejaos desdeñar ni pisar. No caigáis en la tentación de atarles con lazos carnales. Esos, pronto se pudrirán. Durarán sólo lo que duran vuestros encantos juveniles.

  ¿Pensáis que siempre habéis de ser jóvenes? ¿No?

¿Entonces? 
Atad con lazos espirituales, que son los que perduran. Os conjuro: aquellas que sois llamadas a un matrimonio católico, jamás lo hagáis con nadie que no esté dispuesto a llevarlo a cabo. O buscaos vuestra ruina, si no.

¡No elijáis desatinadamente! La atracción sexual que pueden sentir por vosotras, en la mayoría de los casos, no es reflejo de su amor por vosotras.

55 Cfr. Gn 2,23. 56 Adán. 57 Eva. 58 Cfr. Mt 19,10.

JESÚS (29-05-2011):

Hija mía: cuando Dios envió a Jesucristo, volvió a instaurar el matrimonio «como al principio»



Ahora nadie puede decir que no puede vivir la unión que vivían Adán y Eva. La unión esponsal de Adán y Eva era, sobre todo, conmigo.

(La expresión) «Seréis como Dioses», también se refiere a esta relación de esposos, que quedó reducida a sólo entre ellos, sin Dios. Este es el pecado en el matrimonio. Endiosar al otro y hacerse dios cada uno para el otro. Pero ahora, nadie puede decir que no tiene todas las fuerzas para lograrla.
59 Cfr. Mt 19,1-12; Mc 10,1-12. 61 60 Cfr. Gn 3,5.


JESÚS: 31-05-2011

Apunta, hija. No quieras comprender todo lo que voy a decirte, de lleno. La comprensión vendrá mientras te lo voy explicando. Paso por paso. (Lo dice porque se me agolpa en la mente, y quiero seguir el sentido, sin apuntar todavía, a ver a dónde llega) Te decía que Eva fue para Adán un regalo. Y la plenitud de Eva, consistió en hacer pleno a Adán.

Así, en forma de la pareja humana, quedaba mejor plasmado el Amor de Dios por el hombre y la esencia del Amor de Dios. Llamados a dar vida. A engendrar un tercero. Como reflejo de la
Trinidad.

El tercero no se engendró hasta después del pecado. Y nació viciado. Como viciado había sido su engendrar. El cuerpo humano, en armonía con el alma, eran todo un uno. También habían de dar vida en un abrazo de unión. Había música en el Paraíso. Música de mis Ángeles. Y bailes. De Eva con Adán y de ambos conmigo. En esa unión, Yo participaba y Yo engendraba la vida. Pero quisieron excluir a Dios de su acto esponsal de dar vida. Podían hacerlo (pensaron) como los animales (lo hacían). Al fin y al cabo, ellos tenían cuerpo, como los animales. Yo infundía la vida, no en todos sus abrazos de unión, sino sólo en los que mi Voluntad quisiera. Ellos pensaron que podían distribuir a su antojo cuándo tener niños. Observaban a los animales.

Adán: el Amado. Eva: la Amada. Por Dios. Eran el Amado y la Amada por Dios. Toda la Creación a su servicio. Y los Ángeles a sus pies. Les servían con dignidad. Eran el centro de la Creación.

«Seréis como dioses». «Os ha mentido Dios: no moriréis, seréis como dioses». 

Ya eran como dioses. Ellos eran conscientes de su alta dignidad en el orden de la Creación. Pero no tenían la capacidad de infundir vida. Se preparaba la especie, para ser perpetuada en el primer hombre nacido de esa unión.

Toda la Creación estaba expectante. Llegaría el día que Dios dispusiera. Y a partir de ahí, Dios determinaría cuándo debía nacer un nuevo ser.
Pero ellos no quisieron dar a Dios ese poder sobre sus vidas. Les había hecho libres. Y podían decir que no.

La tentación fue como sigue: Eva fue tentada en cuanto al cuerpo.

«Eva, ¿por qué sometes tu voluntad a Dios, teniendo el poder, como tienes, de hacer lo que quieras con la Creación? Tu marido, Adán, está prendado de ti. Eres la Reina de toda esta Creación, de todo lo que ves. El destino de las naciones está bajo tu mano. Adán hará lo que tú digas. ¿Por qué supeditar a Dios la vida? ¿Por qué darla cuando Él diga? Puedes engendrar sin necesidad de Dios, y yo te enseñaré cómo. Si tú quieres.»62

Y el Demonio, fornicó con Eva. Así como los hombres tenían trato con los Ángeles. Hombre trataba con Ángel. Pero no cuerpo a cuerpo. Sólo con el alma. El Demonio habló con Eva en el alma. Ella le escuchó y dialogó con él. Quiso asegurarse de que nada malo le iba a pasar. Ni a ella ni a Adán, ni al hijo de sus entrañas. Y el Demonio dijo: sí, «nada malo. Sólo que sabréis más que El (Dios)»63
«El Señor tiene miedo de que, creciendo (en número) os hagáis dueños de todo esto. Por eso os prohibió comer. Mira los animales: comen. Ellos gozan. Vosotros no. No sabéis lo que es gozar en el cuerpo. El cuerpo que Dios os ha dado, lo tiene atado a Él. No os ha dejado la libertad ahí. (Prohibiéndoos comer de aquí). Lo mismo que podéis hacer lo que queráis con vuestra alma, podéis hacer lo que queráis con vuestro cuerpo».

Tenéis que saber que el Demonio no tentó a Eva en un descuido de Dios, sino que estaba en los planes de Dios. Había un lugar físico, prohibido para ellos: El lugar de la tentación. Donde serían tentados. El lugar donde escucharían al Tentador. Y era un árbol del jardín del Edén. El único sitio donde Dios había dejado aparecer al Malo: «Si ellos se acercan aquí, podrás hablar con ellos. Serán puestos a prueba. Te dejo hacerlo.» Y no superaron la caída. Podía haber habido muchas fases en esta caída. Eva las rebasó todas.

61 Cfr. Ibid. 62 También explican el pecado original de esta forma San Juan Crisóstomo, San Basilio, San Gregorio Niseno, San Atanasio, San Juan Damasceno, San Jerónimo, Anastasio Sinaíta, etc.. Lo confirman las revelaciones místicas hechas a Santa Brígida, Santa Gertrudis, Santa Mectildis, etc. También se narra detalladamente en «El Poema del Hombre- Dios», de María Valtorta (Volumen 1°, cap. 17: «La desobediencia de Eva y la obediencia de María»). 63 Cfr. Gn 3,5. 64 Llegó hasta el final.

JESÚS: (01-06-2011)

Amada Marga:

ven, dame de beber . Necesito que seas portadora de esta verdad, ahora revelada con más profundidad. Como dice el Evangelio de hoy: «El Espíritu os lo irá revelando».
A ti te tienta de la misma forma la Serpiente. Igual que a Eva, les tienta; a todas las mujeres de la historia. El pecado de la mujer actualmente es mayor. Ha ahondado en la profundidad de aquella caída. El pecado actual, tiene en aquella caída sólo el germen. Ha ido creciendo progresivamente en iniquidad.

El culmen ahora es que la propia madre se ha convertido en asesina de su hijo en su seno. Tanto cree que tiene sobre sí el poder de decidir sobre la vida, que aun habiéndola donado Dios, ella la destruye. Te he elegido entre el común de los mortales. No eres ni más, ni menos que ellas. Eres mi preferida. Pero no por tus méritos. Por tus méritos, serías una meretriz, como tú muy bien dices. Sí.

¿Meretriz? ¿Como todas las mujeres?

Sí, amada.

Jesús mío:  comienzas a ser demasiado impopular con estos Mensajes.
Se te van a echar encima las mujeres. No está de moda que nos llames eso.

Y sin embargo eso sois cuando os dejáis llevar de la Serpiente. Eso es lo que ella busca en vosotras. Echa una ojeada a afuera y observa a las mujeres de la tierra.

¿Qué parecen, hija mía?

Meretrices. Tienes razón, Jesús mío.

Y la Serpiente ríe contenta. Lo ha conseguido. ObservaLa. Mira a mi Madre. ObservaLa. MíraLa venir, radiante, con la luna bajo sus pies.

¿Qué parece, hija mía?

Eva. La Nueva Eva. Qué Hermosa, Jesús mío, Hermosa en cuerpo y alma. ¡Qué pérdida más grande para la humanidad, la pérdida de Eva! Sed pulcras. Sed cuidadosas. Pensad que el ojo del hombre se halla corrompido por el pecado. Y ya no mira a la mujer con ojos limpios. Imposible para él. Todo, en ella, le recordará a lo corrompido que ve por ahí. Y por eso, hoy día, hay que extremar, si cabe más, los cuidados sobre el pudor, que antes. Si queréis que os miren dignas.
Hay mucho pecado y hediondez, hija. Al hombre le resultará imposible hablar con vosotras sin poner atención en lo que enseñáis, si lo enseñáis «a pública subasta», para que se quede con ello el mejor postor. Y ante él, seréis simplemente eso: una prostituta. La prostituta lo es en hecho y en mente. Si se ha gozado sobre ella de facto o de pensamiento simplemente.

Jesús mío: se ha caído tanto aquí, que se le quitan a uno las ganas de casarse. Con todo esto que dices. 

¿Cómo es posible la castidad, el matrimonio y las relaciones entre hombres y mujeres?

Sin mi Gracia: imposible . Y hoy día: más. Más importante y más necesaria. Tomadla, pues se os regala.

Tomadla: en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Es falso esto que enseñan en algunos Cursillos de novios o de matrimonios, en los que, por parte de miembros de la Iglesia Católica, se os dice que la mujer siempre tiene que considerarse «sexi» para su marido, y atrayente. O, si no, se irá tras otra. Una mujer, no puede competir con todos los encantos sexuales de todas las demás mujeres que se le plantean al hombre por ahí. Piensa, hija, que hoy en día están «a pública subasta», vendidas al mejor postor. El que más puje sobre ellas, con ése se irán. Si le enseñas a tu marido que una mujer es sexo, como sexo tratará a todas con las que se encuentre, y a la propia primero.

Los adornos y la hermosura de la mujer para su marido, no son de la concupiscencia de la carne, lo son de la belleza del espíritu. ¡Negaos a un juego tal! Sí, tu marido te hará caso. Y a todas las demás, también. Y con los años, siempre aparecerá otra más joven. Hasta que él mismo se vea y considere añejo. ¡Asco y podredumbre de hombres añejos, podridos por el vicio en sus años jóvenes! Cómo odian a la mujer por eso. Por ellas, se han visto reducidos así.

 ¿Y ahora que no tienes potencia viril?
 Ahora: ¿quién te ama, hijo? ¿Para qué sirves?

Para apartar el rostro, asqueados, de ti. Las que antes te sonreían, ahora te asquean. ¿Y la mujer de tu juventud? ¿Dónde está? Esa mujer, no volverá. Es ahora tu meretriz, sobre la que tú también te asqueas.

¿Qué hay de vuestro amor enfocado según Dios?

Hijo, si no te excitan las mujeres. ¿Para qué sirves? eso se ha pasado y, qué me traes ahora, al final de tus días: ¿una lista imparable de meretrices que te causaron placer? Un placer que no volverá. Se irá a la tumba contigo. Y con él, tú alma para siempre.

Si queréis ayudar al hombre: vestíos dignamente. Si el hombre fuera puro, no tendría ningún movimiento de concupiscencia ante vosotras. Pero pensad que hasta hacéis caer a vuestros propios hijos. Extremad el pudor.

Es falso eso que tú has escuchado de otros maestros católicos: que cuando Adán dijo: «Esta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne», fue lo mismo que si dijera: «¡Qué buena está!». ¡Falso! ¡Maestros falsos! ¡Falsos profetas

¿Desde cuándo una mujer es para saciar vuestro apetito de bestias?

¿No habéis oído, hijos, que «en el principio, no fue así»?

Y si estáis en mi Iglesia: ¿no lo estáis para seguir la Verdad?

El Demonio le dijo a Eva: «Come, y te haré poderosa». «Tu cuerpo tiene un poder que Dios ha querido ocultarte, para que no te hagas como Él».

Largo rato conversó la Serpiente con Eva, y aduló sus oídos, entregándose, por fin, a ella68. Y, borracha como lo estaba del fruto del árbol prohibido, fue a buscar a Adán, para culminarlo con él. Ella se arrepintió de entregarse a la Serpiente, y pensó que debía entregarse así, a su marido.
Adán percibió algo raro, pero era nuevo ese despertar de los sentidos, y Eva le persuadía de que nada malo iba a pasar, que así «serían como dioses», teniendo el poder en su cuerpo de dar vida y determinarlo a espaldas de Dios. Que a ella le había sido conferido un poder diferente ahora. Era otro paso por el que debían pasar, para que pudieran dominar el mundo  juntos, con mayor perfección.
A Dios no le importaría, porque les ama. Dios estaría de acuerdo. Ellos se habían hecho adultos, habían avanzado, dentro de los dones que El les había dado y según su capacidad intelectual y la capacidad de su alma. Elegían eso. - «Pero está prohibido comer», le contestó Adán.

- «¡No! Sí se puede. Yo lo he hecho. Toma y prueba. Está delicioso. Yo siento ahora en mí algo que nunca antes había sentido.

La dicha de nuestra unión, será ahora más plena, sin Dios delante. Tú y yo solos, Adán. El hombre, y la mujer. Lo único que Dios nos ha prevenido, por si no sabemos usar esto y nos hace mal. Pero no hace mal, Adán, yo lo he probado, y me siento nueva».

- «¿Te gusta, Eva?»

- «Sí»

- «¿Tú crees que será bueno para mí?»

- «Sí»

- «Puesto que tú eres mi compañera, y Dios te ha dado para hacerme el bien, nada malo puedes darme. Acepto. Dame, y comeré».

En cuanto Adán probó, supo que no era bueno lo a él ofrecido, sino malo, porque su estado se vio reducido inmediatamente al de un animal, que, abalanzándose sobre Eva, la deshonró, manchándose ambos con las impurezas de la carne. Ambos se odiaron: el uno por persuadir al otro, y el otro por haber sido deshonrado por él. Se reprocharon ambos la caída69. Y andaban separados, escondidos de Dios en el jardín del Edén.

Escondidos de las criaturas, del reino animal.

Habían descendido tan bajo como ellos, como las fieras a las que estaban llamados a dominar. Ahora, si les vieran así, toda la Creación se sublevaría contra ellos. La decadencia y degradación en el cuerpo humano y en las especies, vino progresivamente. Hubo hombres que se degradaron tanto, incluso en su físico, que terminaron parecidos a los monos.

Para extinguirse.

Hubo hombres que quisieron seguir fieles a Dios, luchando por superar la caída. Dios los buscaba.

¿Sabéis las mujeres cuándo recuperáis esa belleza y esa alegría?

Cuando estáis en Mí.

Mira el resplandor de todas mis consagradas. Y podrás ver la belleza femenina.
¡Dios mío! pero, ¿y las que no somos consagradas?

Vivid como si lo fuerais. Vivid para el Esposo, para poder donaros verdaderamente a vuestro esposo, y así hacerle dichoso.

La mujer, actualmente, vive en una esclavitud de la belleza:

 «Si me tiñera el pelo, sería más bella», «y si me comprara tal cosa», «si consiguiera adelgazar, gustaría a los hombres, se fijarían en mí», «y sí... y si...» Pero su belleza no está en eso. Tienen eso, y luego siempre necesitarán más.

Jesús, planteas esto como una relación imposible entre hombre y mujer, según Dios, en nuestros días.
Es que la belleza de la mujer no radica en lo físico, sino en el alma. Dame un alma bella, y te daré un cuerpo bello. Redundará en el cuerpo.

Por eso: falsos profetas del matrimonio, los que predican que atéis a los hombres con lazos carnales, relativos a la concupiscencia de la carne. Predicar que ahondéis en la ruina del matrimonio no es salvarlo.
Podéis adulterar sobre vuestra mujer, siempre que la miréis con ojos libidinosos. Aunque sea vuestra mujer, no os es lícito abusar de ella ni con el pensamiento. No se librará ni uno sólo.

¿Y ellas?

Tampoco.
No es cierto: hay matrimonios tales. Tú conoces unos cuantos. Son los matrimonios que viven su estado según Dios. Son los que viven en Gracia y frecuentan los Sacramentos. Son los que Yo he pasado a formar parte de esa unión. Son los que me han puesto a Mí como centro.
Son, para los que Yo Soy el Esposo. Soy el Amigo. Son los matrimonios del trato constante y personal conmigo.

¿Queréis saber cuál es el gozo del cuerpo?

Sentid antes el gozo del espíritu. Realmente, Jesús, el matrimonio es precioso.
Las enseñanzas de la Iglesia de todos los tiempos no están tan desacertadas como algunos creéis para los tiempos actuales. Todo lo relativo al pudor y a la forma de vestir de la mujer. Lo relativo al trato femenino y masculino. Las prevenciones que se tomaban... Hacían más fácil estar a cada uno en su sitio.

La Iglesia nunca ha dicho que la sexualidad sea mala. Sólo es malo para el hombre la sexualidad mal enfocada. Trato carnal que se olvida de que somos cuerpo y alma.

El acto conyugal es querido por Dios. Pero un acto en el que se puede poner a Dios en medio. Un acto digno de la persona humana. Adán y Eva, al arrepentirse, buscaron volver a poner a Dios como centro de esa unión.

Mujeres: Vestíos, para ayudar a los hombres a reencontrarse con vosotras.

(Pienso en culturas como los indios o negritos, en las que las mujeres van desnudas)
Y piensa qué cosa sea la mujer para ellos. Precisamente, van desnudas, porque la mujer no es nada para ellos. Piensa en el concubinato que tienen y en cómo las abandonan. Piensa en cómo trabajan para ellos, cómo las tienen en sus esclavas. Piensa cómo no se deben nada a ellas, cómo son utilizadas sólo para gozar.

Es en el pueblo elegido y posteriormente en el cristianismo, donde Jesús vino a realzar la dignidad de la mujer. Y a devolverle su papel inicial.

La mujer, puede creer que conquista a un hombre por los sentidos. El hombre puede dejar todo lo demás, atraído por ella. Pero cuando ya la ha gozado en todo lo posible, rápidamente la olvida y se irá tras otros encantos. No significa nada que un hombre sea atraído por vosotras por medio de esos encantos. No os ama por eso. Simplemente: os goza.

64 Llegó hasta el final 64 Cfr. Jn 4,7. 65 Cfr. Jn 16,13. 67 Cfr. Mt 19,10-12. 68 Eva
se entregó a la Serpiente. 69 Cfr. Gn 3,12. Hombre y mujer, llamados a una íntima unión entre ellos, llamados a una con su Creador. profunda unión

JESÚS: (13.10.2011)

Por envidia del Demonio entró el pecado en el mundo129. Cuando el Demonio tentó a Eva, quiso romper el Plan de Dios sobre el Hombre, que sería que Dios sería engendrado de una criatura. Que Dios se haría Hombre. Por medio de una mujer, sin mediación de varón.

Quiso quebrar el Plan de Dios sobre el hombre. Quiso tentar a Eva, para destruir a Eva.
El Demonio pensaba que Dios, descontento y enojado con la humanidad tras la caída de Eva, la mujer de cuya descendencia nacería el Mesías, quebraría y destruiría su Plan, condenando para siempre a la humanidad, como condenado estaba él. Pero Dios no la condenó, sino que le prometió un Salvador130. Le prometió, que Aquel a quien servirían las naciones, sería también su Salvador. El Redentor del pecado. Y en lugar de condenar al hombre, condenó a su Hijo. La única forma de resarcir esa culpa. Por medio del Sacrificio del mismo Dios. Qué envidia, qué retorcimiento de dolor y de rabia: « ¡¿ Por qué a ellos?!» Y creció aún más en su odio por Dios y por el hombre.
Lanzándose a perseguir para siempre a su estirpe, con toda suestirpe.

El odio del Demonio sobre «a los que ama Dios»131, es atroz. Y tengo que deciros que crece día a día, desde aquel día. Envidia, envidia, envidia del hombre. El inocula en vosotros también la envidia de los unos por los otros.
129 Cfr. Sb 2,24. 130 Cfr. Gn 3,15. 131 Cfr. Rm 8,28.

JESÚS: (14-10-2011)

Camináis por sendas equivocadas, en mi Iglesia. No habéis descubierto todavía cuál es la grandeza de la castidad en la vocación al matrimonio, a la que habéis sido llamados. A menudo, «expertos» en el tema, os confunden. Os dan cursos y más cursos y consejos y más consejos, llenos, como ellos lo están, de concupiscencia.

Ha habido matrimonios castos en mi Iglesia. A éstos, se les nota en la cara.

¿Dices que la falta de castidad se trasluce al exterior?

Sí. Con una persona casta, el hombre132 está a gusto. Son esas personas alegres, sin estridencias, que reflejan y transmiten la paz.

Esos son los que os tienen que hablar de las bondades del matrimonio. Y no otros.
¡Os insto! hijos, os insto a abandonar las cátedras desde donde predicáis mentiras y podredumbre de vida. Os habéis instalado en ellas y hacéis caminar a mi pueblo por los caminos de perdición. Predicáis que Dios, quiso el deseo, lleno de concupiscencia, para la relación entre los esposos. ¡Eso no es cierto!
«El sexo fue querido por Dios». 
No fue así. El sexo no fue querido por Dios.

¡Buenooo! Esto es una bomba. Ahora sí que me van a lapidar.



En una sociedad sexualizada, decir esto casi es como negar la condición del hombre.
Para algunos, sexo es igual a hombre134. Decir hombre, es decir sexo. Sin el sexo no tiene sentido la vida de muchos. Y sin embargo, en el principio, no fue así135. En el principio no existían las relaciones sexuales.

Aprended y meditad qué quería decir: «Y se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne136.» «Esta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne137.» Es mi complemento. Es otra yo. Soy yo en ella y ella en mí.

No había unión en la carne y unión en las almas, sino todo en uno. Y sin embargo, con dos espíritus diferentes. Capaces de decir Sí o No a Dios de manera separada. Que se ayudaron e impulsaron a caer, se dañaron mutuamente y mutuamente se odiaron.

En esto consistió la caída. Pero Yo os liberé. Vine a rescataros. Fueron condenados a generar como los animales, para siempre. Pero en el principio, no fue así. Dios redimió esa condición de su naturaleza caída. Pero no se podía restaurar a la forma primigenia. Ellos rompieron su Alianza. Voluntariamente. Y en esto138, no hubo vuelta a atrás.

Sí lo hubo en su separación de Dios, gracias a su arrepentimiento. Pero el Cielo permaneció cerrado hasta Jesucristo. Meditad en esto, vosotros, que tenéis tanta ansiedad con respecto a las promesas. Meditad el tiempo que estuvieron Adán y Eva, Abraham... en el seno de los Justos esperando la Resurrección (de Jesús). Dime, si a muchos les quitas el impulso sexual de su amor, qué queda. Para muchos, fuera de eso, no hay nada entre el hombre y la mujer. Mirad sus caras de tristeza, desamor y desengaño. ¿Son acaso felices? No lo son. Porque ésa no es la verdad sobre el hombre.
También es falso que sólo se puede vivir el sexo en el matrimonio a base de insatisfacción. No os satisface, porque no es por ahí por donde va la plenitud humana.

¿Qué matrimonios, Jesús, lo harán bien?

Jesús

Tú no debes permitir que, por más tiempo, llevemos a los jóvenes cristianos a una mentira sobre el matrimonio. No. No lo voy a permitir por más. Para eso estás tú. Para eso te he enviado a ti. Si lo sé, no hablo. Pero estás aquí. Y estás apuntando. Sigue, amada.

(Entiendo cómo era. Jesús me hace compararlo. Veo cómo es la generación ahora. Es una especie de convulsión, en la que cuesta trabajo liberar la semilla de la vida y en la que, en un aspecto u otro, también se sufre. Y veo el abrazo castísimo de Adán y Eva antes del pecado. Suave. Envolvente. Físico y psíquico. Unión total. Sin apartados. Sin divergencias en cómo es el hombre y cómo es la mujer.

En sexualidad se estudia su comportamiento diferente, a la hora de llegar a la plenitud en el acto sexual. Pero esto no fue así en el principio. Es una unión armónica. En la que lo masculino se comunica a lo femenino y lo femenino a lo masculino en Dios. En su Espíritu Santo. El Amor de la Trinidad es comunicado a los cónyuges. Y en él, se genera el hijo. «Lo que habita en ti, viene del Espíritu Santo»139. Algo así como la concepción Virginal de María. Pero de la unión entre un hombre y una mujer. No entre la Virgen y Dios). Bueno, Jesús. Pero ahora generamos diferente.

¿Cómo hacerlo bien?

Cada uno debéis ver en el otro a un amigo. Si uno de los dos falla, esto ya no se puede dar. Si uno de los dos desea con deseos concupiscentes al otro, ya no puede tener lugar un matrimonio casto. Si no logra meter al cónyuge en su rueda, será un calvario de sinsabores, uno detrás de otro. Si los dos buscan la concupiscencia, será una relación de  dominio tras dominio, hasta que el inicial amor muere, para convertirse en odio y persecución. En procurarse mal tras mal. Y en la época postrera, donde no queda nada de sexual en su vida: asco del amor, hastío y desesperación de la vida en general. Imposibilidad de acercarse con verdad a Dios. Ellos se imposibilitan de la amistad con su Creador. Difícilmente Dios los logra sacar de ahí. Su vida, muy difícilmente puede volverse a Él. Han acallado todas sus fuentes. Se han ahogado en la concupiscencia. Ahogaron su fe y su amor. Su espíritu y su alma.

Jesús, ¡Jesús!, ¿por qué los hombres, cuando prueban todas estas mentiras, por qué eso no les hace volverse inmediatamente a Ti? ¿Qué les ciega?

Les ciega su pasión. El querer más y más placer y siempre más. Y les ciegan los falsos doctores que, bajo capa de sabiduría, a sus preguntas, les guían por el camino del mal. A esos doctores, les seduce Satanás, para condenar a su pueblo. Jesús, cuando estoy rezando, me parece cosa de locos el mundo, y cuando estoy en el mundo, me parece cosa de locos esto.

La Cruz es locura para el mundo, y el mundo locura para la Cruz1.


¡Pues retírame de aquí!
¡No! Porque Yo he querido comunicarme a ti, y no a una Carmelita de Clausura. Si a una Carmelita de Clausura le hubiera dicho esto, todos pensarían: «claro, porque ella renunció al mundo. Por eso lo pone así.»

Pero te he elegido a ti, que estás en el mundo sin ser del mundo141. Para que todos crean. No eres monja, ni tienes trazas. Pasas por las vicisitudes de todas las seglares de tu condición. Y sin embargo: tratas cosas de Amor con el Amado. El Amado te lleva por los Caminos amplios y luminosos de la Salvación. Para que lleves a otros. 
Llamada al matrimonio y a la vocación maternal: habiendo sufrido «los dolores del parto», 

penalidades económicas y penalidades psicológicas. Y llamada a superarlas todas en la santidad de tu vocación. Como cualquier cristiano. Y es que quiero que vean y entiendan por tu medio, ¡que Yo les llamo a cualquier cristiano a todo esto! ¡Que esto no es sólo y no corresponde sólo a una vocación consagrada, sino que esto es para todos los mortales! Porque a todos os ha llamado Dios a uniros a Él. Y a todos en grado excelso, porque en grado excelso os ama.

El hombre, en su condición de naturaleza caída, tiende a ver a la mujer como un objeto. Alguien de quien aprovecharse. Y a esta inclinación de su naturaleza, no le favorece en nada la erotización de la sociedad, donde se presenta a la mujer como   alguien de quien aprovecharse para su propio beneficio, sin tener en cuenta su condición de persona, única e irrepetible ante Dios, su dignidad de mujer y su misión de «regalo». Un regalo al que hay que cuidad y respetar, proteger y hacerle portador de la nueva vida que viene de ambos.

Un padre como figura-autoridad en el hogar. Una referencia moral y personal. Un líder al que seguir. Alguien de quién aprender. El hombre, olvida todo esto en cuanto «usa» a su regalo. La mujer debéis de impedírselo. Debéis enseñarle.

Parece que la mujer tiene más dominado esto. Y así es.

¿Por qué? Porque la mujer es «una ayuda para el hombre”. Siguió conservando su condición de «ayudadora», y Dios se la acopló a su nueva condición humana. Ayudaría al hombre a ir hacia Dios, así.

Ayudándole a liberarse de su concupiscencia. Me imagino, Jesús, que estos matrimonios castos, vivieron la castidad en sus relaciones de manera muy bonita. Sí: y se amaron y respetaron. ¡Oh...! aprendiéramos de ellos! Dónde están. Cómo nos hablarían. Qué nos enseñarían.
Los hay: Belframe-Quattrocchi143, los padres de Santa Teresita144, Fabiola y Balduino... Leedlos.

Oh, ¡qué bonito, Jesús!
¿Es posible el amor casto?

Sí lo es. En eso, deberíais imitar a Adán y Eva.
(Incluso después de la caída, cuando se arrepintieron)
Qué falsamente los pintáis, llenos de concupiscencia. En adelante, su vida no tuvo nada que ver con la caída. Deberíais aprender de ellos.

La humanidad podría estar ahora mismo renovada. Sin embargo, qué bajo habéis caído y seguís cayendo. La Gracia del Bautismo os da todo el bien que necesitáis para vencer al mal en vosotros mismos. Sin embargo, elegís el camino del mal, y no del bien.

132 Hombre y mujer. 133 Esto se enseña. 134 Hombre = persona humana. Hombre y
mujer. 135 Cfr. Mt 19,8. 136 Cfr. Gn 2,24. 137 Cfr. Gn 2,23. 138 Sexualidad. 139 Cfr. Lc
1,35. 140 Cfr. 1 Co 1,18. 141 Cfr. Jn 15,19. 142 Cfr. Gn 2,18. 143 El matrimonio María
Corsini y Luigi Beltrame Quattrocchi fueron beatificados por Juan Pablo II el 21 de octubre de
2001. 144 Louis Martin y Zélie Guerin, padres de Santa Teresita de Lisieux, fueron
beatificados el 19 de octubre de 2008.

JESÚS: (15-10-2011)

El primer matrimonio santo fue Adán y Eva. El «sexo» no es malo. Es mala la concupiscencia en el sexo. Pero no lo es en sí.

En la unión conyugal podríais hallar la felicidad. ¿Qué pasa que no la hay? Porque no seguís el Plan de Dios sobre el hombre. El hombre está dirigido a Él, y en Él halla la dicha. Una unión donde el centro no sea Dios, donde el centro, en lugar de ser Dios, lo es el uno, el otro o uno mismo, nunca llegará a su plenitud. Porque el que la planifica es Dios. En Dios se hace plena.

Empezad, comenzad teniendo una profunda unión con Dios145. El os enseñará cómo amaros. Cómo libraros del egoísmo y de las pasiones, de vosotros mismos. Os enseñará a amar.
145 Cfr. Jn 15,4-17.

JESÚS: (16-10-2011)

A menudo os encontráis fuera de la realidad. Pasad a mi Corazón, a ver cuál es la realidad de este mundo contemporáneo. No hay nada más real que mi Corazón. Amada: entra en mi Paz, para poder ver.



Sí: no temas. Tu Hora se acerca. Mas no temas. La vivirás conmigo. Conocerás cuál es el gozo de la Pasión. Yo te auguro, hija mía, a vivir una Pasión en Consolación y Delicias. Por eso te he dicho que tu Cruz es Dulce, y tu Martirio Delicado. A medida que te adentres más en mi Pasión, podrás gozar más de la miel de la Resurrección. Cruz de miel. Martirio de Dicha.

SANTO MATRIMONIO. Papás de Santa Teresita



FUENTE:

Comentarios

  1. Hola a todos, soy Jackson de EE. UU. Me siento tan bendecido nuevamente en mi matrimonio después de que el Doctor Ogun trajo a mi esposa que se separó conmigo durante 9 meses. Aunque tengo bocas en todo mi cuerpo, no será suficiente agradecerle al Doctor Ogun por su ayuda en mi vida. Mi esposa se separó conmigo durante 9 meses y he estado sufriendo dolores y agonía sin ella. Entonces, busqué ayuda en todas partes, pero nada funcionó hasta que me referí al Doctor Ogun, a quien contacté en línea. Le expliqué mi situación y él prometió que mi esposa se comunicaría conmigo dentro de los 7 días, hasta el punto en que mi corazón aún late por ella. Creí en él y él preparó un hechizo para mí y mi esposa me llamó exactamente cuando dijo el doctor Ogun. Ella suplicó y dijo que me necesitaba de regreso y ahora estamos viviendo felices de nuevo durante los últimos 3 meses. Todos los que estén leyendo mi artículo que necesiten ayuda deben contactarlo. Correo electrónico. El doctor Ogun solutiontemple01@gmail.com o WhatsApp +15034898675 por ayuda es un hombre confiable

    Si estás por ahí pasando por algo de esto
    problemas enumerados a continuación, él también es perfecto
    (1) Si quieres recuperar a tu ex.
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    (6) Quieres ser rico.
    (7) Quiere atar a su esposo / esposa para que sea suyo para siempre.
    (8) Si necesita asistencia financiera.
    (9) Cuidado de hierbas
    (10) Ayuda para sacar a la gente de la cárcel
    (11) Hechizos de matrimonio
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